BASE DE PIZZA

Para elaborar esta base de pizza necesitarás:

• 500 g de harina de trigo (preferentemente de fuerza, para una mejor elasticidad y textura)
• 325 ml de agua tibia (aproximadamente a 35-40°C o 95-105°F)
• 10 g de sal fina
• 10 g de azúcar (ayuda a la levadura y al dorado)
• 7 g de levadura seca de panadero (o 15-20 g de levadura fresca)
• 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

Instrucciones Paso a Paso

1. Activar la Levadura:

   En un bol pequeño o una taza, disuelve la levadura seca y el azúcar en el agua tibia. Remueve suavemente y deja reposar durante unos 5 a 10 minutos. La mezcla deberá empezar a burbujear o formar una capa espumosa en la superficie, lo que indica que la levadura está activa. (Si usas levadura fresca, desmenúzala directamente en el agua tibia con azúcar).

2. Mezclar Ingredientes Secos:

   En un bol grande, mezcla la harina de trigo y la sal. Es importante que la sal no entre en contacto directo con la levadura al principio, ya que podría inhibir su acción.

3. Formar la Masa Inicial:

   Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina y sal (formando un volcán). Vierte en el centro la mezcla de levadura activada junto con las dos cucharadas de aceite de oliva.

4. Integrar y Primer Amasado:

   Con una cuchara de madera, una espátula o directamente con las manos, comienza a integrar los ingredientes líquidos con la harina, desde el centro hacia afuera, hasta formar una masa cohesiva. Si la masa está muy pegajosa, puedes añadir un poquito más de harina, cucharada a cucharada. Si por el contrario está muy seca, agrega una cucharadita de agua.

5. Amasado Principal:

   Vuelca la masa sobre una superficie limpia y ligeramente enharinada. Amasa vigorosamente durante unos 10 a 15 minutos. El proceso de amasado desarrolla el gluten, lo que dará elasticidad y estructura a la masa. La masa estará lista cuando se sienta suave, elástica, homogénea y no se pegue excesivamente a las manos o la superficie.

6. Primer Levado (Fermentación):

   Forma una bola con la masa y colócala en un bol grande, ligeramente engrasado con un poco de aceite de oliva o enharinado. Esto evitará que la masa se seque y se pegue al bol.

7. Reposo de la Masa:

   Cubre el bol con un paño de cocina limpio y húmedo o con film transparente. Deja reposar la masa en un lugar cálido y sin corrientes de aire durante aproximadamente 1 a 1.5 horas, o hasta que haya duplicado su tamaño. El tiempo exacto dependerá de la temperatura ambiente.

8. Desgasificar la Masa:

   Una vez que la masa haya duplicado su volumen, golpéala suavemente con el puño o presiónala con las manos para quitar el aire acumulado durante la fermentación. Este proceso se llama desgasificar.

9. Porcionar (Opcional):

   Si deseas hacer varias pizzas más pequeñas, divide la masa en porciones iguales (generalmente 2 o 3 bolas para pizzas de tamaño mediano). Si prefieres una pizza grande, puedes utilizar toda la masa. Vuelve a bolear cada porción.

10. Estirar la Masa:

    Sobre una superficie ligeramente enharinada (o con sémola fina para una textura extra en la base), estira cada porción de masa con las manos, desde el centro hacia los bordes, o con un rodillo hasta obtener el tamaño y grosor deseado para tu pizza. Ya está lista para añadir tus ingredientes favoritos y hornear.

Sugerencias para Servir y Acompañar (Toppings y Horneado Final)

Una vez que tengas tu base de pizza estirada, las posibilidades son infinitas:

• Salsa de Tomate: Extiende una capa de buena salsa de tomate casera o comprada, dejando un pequeño borde libre.
• Queso: Cubre con mozzarella fresca rallada o en rodajas. Otros quesos como provolone, parmesano, o gorgonzola también son excelentes opciones.
• Toppings Clásicos:
  • Margherita: Tomate, mozzarella, albahaca fresca y un chorrito de aceite de oliva.
  • Pepperoni: Rodajas de pepperoni sobre la mozzarella.
  • Vegetariana: Champiñones, pimientos, cebolla, aceitunas, corazones de alcachofa.
• Toppings Gourmet: Prueba con prosciutto y rúcula fresca (añadida después de hornear), higos y queso de cabra, o salmón ahumado y alcaparras.
• Horneado: Precalienta tu horno a la temperatura más alta que alcance (idealmente 220-250°C o 430-480°F). Si tienes una piedra para pizza o una bandeja de acero, precaliéntala también. Hornea la pizza durante 10-15 minutos, o hasta que la base esté dorada y crujiente y el queso burbujeante.

Variaciones de la Masa de Pizza

Esta receta de masa es una excelente base, pero puedes adaptarla:

• Harina Integral: Sustituye una parte de la harina de trigo (hasta un 50%) por harina de trigo integral para una versión con más fibra.
• Hierbas Aromáticas: Añade una cucharadita de orégano seco, albahaca seca o ajo en polvo a la harina para darle un toque de sabor extra a la masa.
• Fermentación Larga en Frío: Después del primer amasado, puedes dejar la masa en el refrigerador en un bol cubierto durante 24 a 72 horas. Esta fermentación lenta desarrolla sabores más complejos. Sácala del refrigerador unas horas antes de usarla para que alcance la temperatura ambiente.
• Mayor Hidratación: Para una masa al estilo napolitano, más aireada y ligera, puedes aumentar ligeramente la cantidad de agua, aunque será una masa más pegajosa y difícil de manejar.

Beneficios para la Salud (con moderación)

Hacer pizza en casa con una base casera te permite controlar la calidad y cantidad de los ingredientes. Puedes optar por harinas integrales, aceites de buena calidad y moderar la cantidad de sal. La pizza puede ser parte de una comida equilibrada si se eligen toppings saludables como abundantes verduras, proteínas magras y una cantidad moderada de queso.

Aunque es rica en carbohidratos, que proporcionan energía, es importante considerar el tamaño de las porciones y la frecuencia de consumo, especialmente si se eligen toppings muy calóricos.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Qué es la harina de fuerza y puedo usar harina común?

La harina de fuerza (o “bread flour” en inglés) tiene un mayor contenido de proteínas (gluten) que la harina común o todo uso. Esto resulta en una masa más elástica y una textura más masticable en la pizza horneada. Puedes usar harina común, pero la textura de la base podría ser un poco más suave y menos elástica.

Mi masa de pizza no ha subido, ¿qué ha pasado?

Las causas más comunes son: la levadura estaba caducada o inactiva; el agua utilizada para activar la levadura estaba demasiado caliente (mató la levadura) o demasiado fría (no la activó); o la temperatura ambiente donde reposó la masa era demasiado fría. Asegúrate de que la levadura esté fresca y el agua apenas tibia.

¿Puedo preparar la masa con antelación?

Sí. Después del primer levado y desgasificado, puedes envolver la masa en film transparente y guardarla en el refrigerador hasta por 2-3 días. También puedes congelar las bolas de masa envueltas individualmente hasta por 3 meses; descongélalas en el refrigerador y luego déjalas alcanzar la temperatura ambiente antes de estirarlas.

¿Cómo consigo una base de pizza crujiente?

Hornea la pizza a una temperatura muy alta. Utilizar una piedra para pizza o una bandeja de acero precalentada en el horno ayuda mucho a transferir calor rápidamente a la base. También puedes pre-hornear la base sola durante unos minutos antes de añadir los toppings.

Mi masa está demasiado pegajosa o demasiado seca, ¿cómo lo arreglo?

Si la masa está demasiado pegajosa durante el amasado, añade harina de a poco (una cucharada a la vez) hasta que sea manejable. Si está demasiado seca y se desmigaja, añade agua tibia (una cucharadita a la vez) hasta que alcance la consistencia adecuada.

Conclusión

Dominar la receta de una buena base de pizza casera abre un mundo de posibilidades culinarias y te permite disfrutar de uno de los platos más queridos del mundo exactamente a tu gusto. Desde la elección de la harina hasta el amasado y el levado, cada paso contribuye al resultado final: una base deliciosa que espera ser coronada con tus ingredientes favoritos.

Anímate a preparar esta masa, experimenta con los toppings y comparte la alegría de una pizza hecha en casa, desde la base hasta el último bocado. ¡Buen provecho!