(Para 4-6 personas)
PARA LA CARNE MOLIDA:
- 500 g de carne molida (res, cerdo, o mezcla)
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cebolla pequeña, finamente picada
- 1 pimiento rojo pequeño, cortado en cubos pequeños
- 1 pimiento verde pequeño, cortado en cubos pequeños
- 2 dientes de ajo, picados finamente
- 1/2 cucharadita de sal (o al gusto)
- 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
- 1/2 cucharadita de pimentón (paprika)
- 1/2 cucharadita de orégano seco
- 1/2 cucharadita de comino molido (opcional, para mayor profundidad de sabor)
- 1/2 taza (120 ml) de salsa de tomate (o tomate triturado)
- 1/2 taza de guisantes congelados o en conserva (opcional)
PARA LA CAPA DE PAPAS:
- 4-5 papas medianas (aproximadamente 700-800g), peladas, hervidas hasta estar casi tiernas y cortadas en rodajas de 0.5 cm
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
PARA LA SALSA DE QUESO:
- 1 taza (240 ml) de leche entera o crema espesa (nata para cocinar)
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharada de harina de trigo todo uso
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo
- 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
- 1/2 cucharadita de albahaca seca (opcional)
- 1/2 taza (unos 60g) de queso rallado que derrita bien (cheddar, mozzarella, gouda o una mezcla)
PARA LA COBERTURA:
- 6-8 rebanadas de queso (cheddar, mozzarella o suizo, el que prefieras)
- 1/2 taza (unos 60g) de queso rallado adicional (para un toque extra de gratinado)
- 1 cucharada de perejil fresco picado (para decorar)
Instrucciones Paso a Paso
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PREPARAR LA CARNE MOLIDA: Calienta el aceite de oliva en una sartén grande o caldero a fuego medio. Agrega la cebolla picada y sofríela durante unos 3-4 minutos, hasta que esté tierna y translúcida. Incorpora la carne molida a la sartén.
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Cocina la carne molida, desmenuzándola con una espátula o cuchara de madera, hasta que se dore por completo y no queden partes rosadas. Si la carne soltó mucha grasa, puedes escurrir el exceso con cuidado. Añade los pimientos en cubos y el ajo picado; cocina por 3-4 minutos más, hasta que los pimientos se ablanden ligeramente.
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Sazona la carne con la sal, pimienta negra, pimentón, orégano y comino (si lo usas). Incorpora la salsa de tomate y mezcla bien todos los ingredientes. Si vas a usar guisantes, añádelos en este momento. Cocina a fuego lento durante 5 minutos para que los sabores se integren, luego retira del fuego.
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PREPARAR LA SALSA DE QUESO: Mientras la carne reposa, prepara la salsa. En una cacerola pequeña, derrite la mantequilla a fuego bajo-medio. Una vez derretida, incorpora la harina y cocina por 1 minuto, batiendo constantemente con un batidor de varillas para formar un roux (una pasta suave).
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Agrega la leche o crema espesa gradualmente, poco a poco, sin dejar de batir vigorosamente para evitar la formación de grumos. Continúa cocinando y batiendo hasta que la mezcla hierva suavemente y comience a espesar. Incorpora el ajo en polvo, la pimienta negra y la albahaca seca (si la usas).
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Reduce el fuego al mínimo y agrega la 1/2 taza de queso rallado a la salsa. Remueve constantemente hasta que el queso se derrita por completo y la salsa esté suave y homogénea. Retira del fuego y reserva.
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ARMAR LA CAZUELA: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Engrasa ligeramente una fuente para hornear de tamaño mediano (aproximadamente 20×30 cm o similar). Extiende la mezcla de carne molida sazonada de manera uniforme en el fondo de la fuente preparada.
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Coloca las rodajas de papa previamente hervidas (casi tiernas) sobre la capa de carne, superponiéndolas ligeramente para cubrir toda la superficie. Sazona las papas con la 1/2 cucharadita de sal y la 1/2 cucharadita de pimienta negra indicadas para esta capa.
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Distribuye las rebanadas de queso sobre las papas. Vierte la salsa de queso preparada de manera uniforme sobre las rebanadas de queso y las papas, asegurándote de cubrirlo todo. Finalmente, espolvorea la 1/2 taza de queso rallado adicional por encima para un gratinado irresistible.
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HORNEAR: Lleva la cazuela al horno precalentado. Hornea durante 25-30 minutos. Sabrás que está lista cuando el queso de la superficie esté completamente derretido, dorado y burbujeante, y la cazuela esté caliente por completo.
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SERVIR Y DISFRUTAR: Retira la cazuela del horno con cuidado. Deja reposar durante unos 5-10 minutos antes de servir; esto permite que los jugos se asienten un poco y facilita el corte de las porciones. Decora con perejil fresco picado justo antes de llevar a la mesa.
Sugerencias para Servir y Acompañar
Esta cazuela de carne molida y papas con queso es un plato muy completo por sí mismo. Para equilibrar su riqueza, acompáñala con una ensalada verde fresca con una vinagreta ligera. Un poco de pan de ajo crujiente también es una excelente opción para mojar en la deliciosa salsa.
Otras opciones de acompañamiento podrían ser unas verduras al vapor, como brócoli o judías verdes, para añadir un toque de color y nutrientes adicionales. Sirve las porciones generosas y calientes para disfrutar al máximo de su cremosidad.
Variaciones de Cazuela de Carne Molida y Papas con Queso
Esta receta es muy adaptable a tus gustos o a los ingredientes que tengas a mano. Puedes sustituir la carne molida de res por carne de pavo, pollo o incluso cordero para un sabor diferente. Añade otras verduras a la mezcla de carne, como maíz dulce en grano, zanahorias en cubitos pequeños o apio picado.
Si prefieres, puedes usar batatas (camotes) en lugar de papas para un toque dulzón. Para la salsa de queso, experimenta con diferentes tipos de quesos: un toque de queso parmesano para un sabor más intenso, o queso pepper jack para un punto picante. Una capa de pan rallado mezclado con mantequilla derretida sobre el queso final puede darle un extra de crocante.
Beneficios para la Salud de Cazuela de Carne Molida y Papas con Queso/Ingrediente Principal
Si bien es un plato contundente y reconfortante, podemos destacar algunos aportes nutricionales si se consume con moderación como parte de una dieta equilibrada. La carne molida es una buena fuente de proteínas de alta calidad, hierro y vitamina B12, importantes para la energía y la formación de glóbulos rojos. Las papas proporcionan carbohidratos complejos para energía sostenida, además de potasio y vitamina C.
Los productos lácteos como la leche y el queso en la salsa aportan calcio, vital para la salud ósea. Al cocinar en casa, tienes control sobre la calidad de los ingredientes, la cantidad de sal y el tipo de grasa utilizada. Es un plato que, disfrutado ocasionalmente, puede formar parte de un estilo de vida saludable.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Puedo hacer esta cazuela con antelación?
Sí, puedes ensamblar la cazuela por completo, cubrirla bien con film transparente o papel de aluminio y refrigerarla hasta 24 horas antes de hornear. Es posible que necesites añadir unos 10-15 minutos al tiempo de horneado si la horneas directamente desde el refrigerador.
¿Se puede congelar esta cazuela?
Sí, puedes congelar la cazuela una vez horneada y completamente enfriada. Envuélvela bien en film transparente y luego en papel de aluminio, o guárdala en un recipiente apto para congelador, por hasta 2-3 meses. Descongela en el refrigerador durante la noche y luego recalienta en el horno a 160°C (325°F) hasta que esté bien caliente.
¿Qué tipo de carne molida es mejor utilizar?
Puedes usar carne molida de res con un contenido de grasa moderado (80/20 o 85/15) para mejor sabor, asegurándote de escurrir el exceso de grasa después de dorarla. Si prefieres una opción más magra, la carne molida de pavo o pollo también funciona bien.
¿Puedo usar puré de papas en lugar de rodajas de papa?
Sí, absolutamente. Si usas puré de papas como capa superior en lugar de rodajas, estarías haciendo una versión más parecida al Shepherd’s Pie o Cottage Pie, lo cual también es delicioso.
Conclusión
Si estás en la búsqueda de una receta que sea fácil de preparar, indudablemente deliciosa y profundamente reconfortante, esta cazuela de carne molida y papas con queso es la elección perfecta. Su maravillosa combinación de sabores robustos y texturas agradables la convierte en un plato memorable, ideal para compartir en familia o con amigos cercanos. Ya sea para una cena nutritiva entre semana, una reunión especial de fin de semana o simplemente para tener una comida casera lista con anticipación, esta receta siempre será un éxito garantizado.
Anímate a probarla y sumérgete en el placer de su exquisita cremosidad y ese irresistible toque de queso fundido que corona el plato. ¡Buen provecho!