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Dos formas de hacer leche condensada casera

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OPCIÓN 1: CON LECHE EN POLVO

  • 1 taza de leche en polvo
  • 1 taza de azúcar en polvo (glas o impalpable)
  • 1 cucharada de mantequilla derretida
  • 1/4 taza de agua caliente

OPCIÓN 2: SIN LECHE EN POLVO

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  • 1 taza de leche entera
  • 1 taza de azúcar (granulada)
  • 2 cucharadas de mantequilla sin sal
  • 1/2 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

Instrucciones Paso a Paso

OPCIÓN 1: CON LECHE EN POLVO

  1. En el vaso de una licuadora o un procesador de alimentos, coloca la leche en polvo y el azúcar en polvo. Añade también la cucharada de mantequilla previamente derretida y el agua caliente.
  2. Procesa o licúa todos los ingredientes a velocidad alta. Continúa hasta que la mezcla se vea completamente homogénea y sin grumos, adquiriendo una textura suave.
  3. Si notas que la preparación ha quedado excesivamente espesa para tu gusto, puedes añadir un poco más de agua caliente, cucharadita a cucharadita, hasta alcanzar la consistencia deseada. Vierte la leche condensada en un frasco limpio con cierre hermético y consérvala en el refrigerador.

OPCIÓN 2: SIN LECHE EN POLVO

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  1. En una cacerola de tamaño mediano, preferiblemente de fondo grueso para evitar que se pegue, vierte la taza de leche entera y la taza de azúcar granulada.
  2. Lleva la cacerola a fuego medio. Remueve constantemente con una cuchara de madera o espátula resistente al calor, asegurándote de que el azúcar se disuelva por completo en la leche antes de que comience a calentarse demasiado.
  3. Una vez que el azúcar se haya disuelto, reduce el fuego al mínimo. Deja que la mezcla se cocine lentamente, sin que llegue a hervir de forma vigorosa. Remueve de vez en cuando para evitar la formación de una película en la superficie y para que no se pegue al fondo de la cacerola.
  4. Cocina a fuego lento durante un período de 30 a 45 minutos. Notarás que la mezcla espesará gradualmente y su volumen se reducirá aproximadamente a la mitad.
  5. Cuando haya alcanzado la consistencia deseada, retira la cacerola del fuego. Añade las dos cucharadas de mantequilla sin sal y la media cucharadita de extracto de vainilla, si decides utilizarlo, y mezcla bien hasta que la mantequilla se derrita y todo esté perfectamente integrado.
  6. Deja que la leche condensada se enfríe por completo a temperatura ambiente antes de guardarla. Luego, viértela en un frasco hermético y almacénala en el refrigerador; verás que se espesará aún más a medida que se enfría.

Sugerencias para Servir y Acompañar

La leche condensada casera es increíblemente versátil. Úsala para endulzar tu café o té, creando una bebida cremosa y deliciosa. Es un ingrediente clave en postres clásicos como el flan, el arroz con leche, la tarta de tres leches o los brigadeiros brasileños.

También puedes rociarla sobre fruta fresca, panqueques, gofres o helado para un toque extra de dulzor. Incorporarla en batidos o licuados les dará una textura más rica y un sabor más dulce.

Variaciones de la Leche Condensada Casera

Puedes personalizar tu leche condensada casera con diferentes sabores. Para una versión achocolatada, añade una o dos cucharadas de cacao en polvo de buena calidad a la mezcla (especialmente fácil con la opción de leche en polvo). Un toque de canela molida o ralladura de limón también puede aportar un aroma interesante.

Si bien las recetas especifican leche de vaca, los más aventureros podrían experimentar con leches vegetales para la opción de cocción lenta, aunque la textura y el sabor variarán. Ajustar la cantidad de azúcar puede modificar el dulzor, pero ten en cuenta que también afecta la consistencia y la conservación.

Beneficios para la Salud de la Leche Condensada (con moderación)

La leche condensada, al estar hecha principalmente de leche, aporta calcio y algunas vitaminas del grupo B. También contiene proteínas y, debido a su alto contenido de azúcar, es una fuente concentrada de energía. Sin embargo, es fundamental consumirla con moderación.

Al prepararla en casa, tienes la ventaja de controlar los ingredientes, evitando conservantes o aditivos que puedan encontrarse en algunas versiones comerciales. Usar ingredientes de buena calidad puede mejorar ligeramente su perfil nutricional, aunque siempre será un producto para disfrutar ocasionalmente.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Cuánto tiempo se conserva la leche condensada casera?

Bien guardada en un frasco hermético en el refrigerador, la leche condensada casera suele conservarse hasta por una semana. Si notas alguna separación de fases, simplemente mezcla bien antes de usarla.

Mi leche condensada (opción 2) no espesó lo suficiente, ¿qué hago?

Si no ha espesado como esperabas, es probable que necesite más tiempo de cocción a fuego lento. Puedes volver a ponerla al fuego y cocinarla un poco más, removiendo, hasta que alcance la consistencia deseada.

¿Puedo usar otro tipo de azúcar?

Sí, puedes experimentar con azúcar moreno, aunque esto cambiará el color y el sabor de la leche condensada, dándole un toque acaramelado. El azúcar en polvo es ideal para la opción rápida para asegurar una disolución fácil.

Conclusión

Preparar leche condensada en casa es un proceso gratificante y sorprendentemente sencillo. Con estas dos opciones, puedes elegir la que mejor se adapte a tu tiempo y a los ingredientes que tengas disponibles. Ya sea para un postre especial o para darte un gusto, disfrutarás del sabor auténtico de lo hecho en casa.

Anímate a probar estas recetas y descubre la versatilidad de la leche condensada casera. Seguramente se convertirá en un básico en tu repertorio de cocina.

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Para ver los PASOS de cocción completos, ve a la página siguiente o abre el botón (>) y no te olvides de COMPARTIR con tus amigos de Facebook.

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