Introducción
La freidora de aire se ha ganado un lugar de honor en cocinas de todo el mundo gracias a su increíble practicidad y eficiencia. Este electrodoméstico es un aliado fantástico para preparar platos crujientes y sabrosos con menos aceite. Sin embargo, como cualquier herramienta, también tiene sus limitaciones y reglas de uso.
Añadir los ingredientes incorrectos no solo puede arruinar el sabor de tus comidas, sino que también puede dañar el aparato o crear un desorden difícil de limpiar. Por lo tanto, es fundamental saber qué alimentos nunca deben introducirse en la freidora de aire. A continuación, exploramos cuatro de los más importantes.
Descripción
Una freidora de aire es un electrodoméstico de encimera que cocina los alimentos mediante la circulación de aire muy caliente a alta velocidad. Este proceso, conocido como convección, permite obtener un acabado crujiente similar al de la fritura profunda, pero utilizando una cantidad mínima de aceite. Su diseño compacto incluye una cesta perforada que permite que el aire caliente llegue a toda la superficie de la comida.
Es precisamente esta intensa circulación de aire la que la hace tan eficaz, pero también la causa de sus limitaciones. Ingredientes muy ligeros, líquidos o que se derriten fácilmente pueden ser problemáticos. Comprender su funcionamiento nos ayuda a evitar los errores más comunes y a sacarle el máximo partido.
Historia y Origen de la Freidora de Aire
Aunque su popularidad es relativamente reciente, la tecnología detrás de la freidora de aire, la convección, existe desde hace más de un siglo. Sin embargo, la idea de crear un electrodoméstico de cocina compacto que utilizara este principio para “freír” fue desarrollada más tarde. La primera freidora de aire, bajo la marca Airfryer, fue patentada y lanzada por la empresa holandesa Philips en 2010.
El producto fue presentado en una feria de electrónica de consumo en Berlín y rápidamente captó la atención del público. Se promocionó como una alternativa más saludable a la fritura tradicional, ya que podía reducir el contenido de grasa de los alimentos hasta en un 80%. En pocos años, su popularidad se disparó y numerosas marcas lanzaron sus propias versiones, convirtiéndola en un electrodoméstico indispensable en millones de hogares.