Para la corteza:
- 1 caja de mezcla para pastel amarillo, seca (sin preparar)
- 8 cucharadas de mantequilla (derretida)
- 1 huevo
Para la capa pegajosa:
- 8 oz (225 g) de queso crema (ablandado)
- 2 huevos (batidos)
- 16 oz (450 g) de azúcar en polvo
Instrucciones Paso a Paso
Primero, asegúrate de precalentar tu horno a 175 °C (350 °F). Este paso es crucial para que las barras se horneen de manera uniforme. Mientras el horno se calienta, engrasa un molde para hornear de 23 x 33 cm.
En un tazón mediano, prepara la base. Combina la mezcla seca para pastel, la mantequilla previamente derretida y un huevo. Mezcla bien los ingredientes hasta que obtengas una masa suave y homogénea.
Presiona esta masa firmemente sobre el fondo del molde engrasado, creando una capa uniforme. Puedes usar tus manos o el fondo de un vaso para que quede bien compacta. Una vez lista, reserva el molde a un lado.
Ahora, prepara la capa pegajosa en un tazón grande aparte. Con una batidora, bate el queso crema ablandado hasta que esté cremoso y sin grumos. Añade los dos huevos batidos y sigue batiendo durante uno o dos minutos hasta que la mezcla esté suave.
Poco a poco, agrega el azúcar en polvo a la mezcla de queso crema y huevos. Continúa batiendo a velocidad baja al principio y luego media, hasta que todo el azúcar se haya incorporado por completo y no queden grumos. La mezcla debe quedar lisa y brillante.
Vierte esta capa cremosa sobre la base de bizcocho que tenías reservada en el molde. Extiéndela con cuidado para cubrir toda la superficie. Hornea en el horno precalentado durante 25-30 minutos.
Sabrás que está listo cuando los bordes estén ligeramente dorados, pero el centro todavía se vea un poco húmedo y se mueva ligeramente. Es muy importante no hornearlo en exceso para mantener su característica textura pegajosa. Retira del horno y deja que se enfríe por completo en el molde antes de cortar en barras y servir.
Sugerencias para Servir y Acompañar
Estas barras son increíblemente ricas por sí solas, por lo que no necesitan mucho para brillar. Un simple espolvoreado de azúcar en polvo justo antes de servir realza su aspecto y añade un toque final de dulzura. Se disfrutan mejor a temperatura ambiente o ligeramente frías.
Si quieres crear un postre más elaborado, puedes acompañar una barrita con una bola de helado de vainilla. El contraste entre la barra tibia y el helado frío es simplemente espectacular. Un chorrito de salsa de caramelo o chocolate también funciona de maravilla.
Para una opción más fresca, sirve las barras junto a frutas ácidas como frambuesas, fresas o moras. La acidez de la fruta corta la riqueza de la barrita, creando un equilibrio de sabores perfecto. También combinan muy bien con una taza de café o té sin azúcar.
Variaciones de las Barras Pegajosas
Esta receta es una base fantástica para la creatividad. Una variación popular es añadir chispas de chocolate a la capa de queso crema para obtener unas barras de chocolate pegajosas. También puedes incorporar mantequilla de cacahuete a la mezcla para un sabor diferente.
Para un toque festivo, prueba diferentes sabores de mezcla para pastel. Una mezcla de pastel de chocolate crea una base rica y decadente, mientras que una de limón o fresa puede dar un giro frutal y refrescante. También puedes añadir extractos, como el de almendra o vainilla, a la capa de queso crema.
Otras adiciones interesantes incluyen coco rallado o nueces picadas esparcidas por encima antes de hornear para una textura crujiente. Durante el otoño, una mezcla de pastel de especias con un poco de puré de calabaza en la capa de queso crema es una variación deliciosa. Las posibilidades son casi infinitas.
Beneficios para la Salud de las Barras Pegajosas
Seamos honestos, las barras pegajosas son un capricho indulgente y no un alimento saludable. Su encanto reside en su increíble sabor a mantequilla y su textura dulce, lo que las convierte en un postre para ocasiones especiales. Disfrutarlas es un acto de placer más que de nutrición.
Dicho esto, la moderación es clave para incluir este tipo de dulces en un estilo de vida equilibrado. Un pequeño cuadrado puede satisfacer un gran antojo, lo cual a veces es preferible a opciones procesadas. Además, el queso crema y los huevos aportan una pequeña cantidad de proteínas y calcio.
El mayor beneficio de estas barras es para el alma. Preparar y compartir un postre tan delicioso puede generar alegría y crear buenos recuerdos con amigos y familiares. A veces, un poco de indulgencia es exactamente lo que necesitamos.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Puedo usar otro tipo de mezcla para pastel?
Sí, absolutamente. Aunque la receta clásica usa mezcla para pastel amarillo, puedes experimentar con otras como la de mantequilla dorada (butter golden), chocolate, limón o incluso “funfetti” para darle un toque de color.
¿Por qué mi capa superior no quedó pegajosa?
La razón más común es hornearlas en exceso. Debes sacarlas del horno cuando el centro todavía se mueva un poco; terminará de asentarse mientras se enfría. Si lo horneas hasta que el centro esté completamente firme, perderás la textura pegajosa.
¿Cómo debo guardar las barras?
Una vez enfriadas por completo, puedes guardarlas en un recipiente hermético. Se conservan bien a temperatura ambiente durante un par de días, pero si quieres que duren más, guárdalas en el refrigerador hasta por una semana. Se pueden comer frías o dejar que vuelvan a temperatura ambiente.
Conclusión
Las barras pegajosas son la definición de un postre reconfortante y placentero. Su preparación es increíblemente sencilla, lo que las convierte en una opción perfecta tanto para reposteros novatos como para expertos. La combinación de una base de bizcocho y un relleno cremoso es simplemente irresistible.
Esta receta es un tesoro culinario que ha pasado de ser un afortunado error a un clásico querido. Atrévete a prepararlas y comprueba por ti mismo por qué han conquistado tantos paladares. Sin duda, se convertirán en una de tus recetas de postre favoritas para compartir.
