- 2 huevos grandes
- 1½ tazas (360 ml) de leche entera, tibia
- 3 cucharadas de mantequilla sin sal, derretida y ligeramente enfriada
- 1½ tazas (180-190 g) de harina de trigo (todo uso)
- 1 taza de queso rallado (cheddar, mozzarella, una mezcla de ambos, o tu queso favorito que derrita bien)
- 1 cucharada de maicena (fécula de maíz)
- 1½ cucharadita de polvo para hornear (levadura química)
- ½ cucharadita de sal
- ¼ cucharadita de ajo en polvo (opcional, pero realza el sabor del queso)
- Mantequilla o aceite en aerosol para engrasar el molde de muffins
Instrucciones Paso a Paso
1. PRECALIENTA EL HORNO Y PREPARA EL MOLDE
Comienza precalentando tu horno a 190°C (375°F). Engrasa muy bien un molde estándar para 12 muffins. Puedes usar mantequilla derretida aplicada con una brocha, aceite vegetal o un práctico spray antiadherente. Este paso es importante para que los muffins se doren perfectamente y no se peguen al desmoldarlos.
2. MEZCLA LOS INGREDIENTES LÍQUIDOS
En un bol grande, casca los dos huevos y bátelos ligeramente. Añade la leche tibia (no caliente, solo ligeramente por encima de la temperatura ambiente) y las tres cucharadas de mantequilla derretida. Bate bien esta mezcla hasta que quede homogénea y sin grumos visibles de huevo.
3. UNE LOS INGREDIENTES SECOS
En otro recipiente aparte, mezcla la harina de trigo, la cucharada de maicena, la cucharadita y media de polvo para hornear, la media cucharadita de sal y el cuarto de cucharadita de ajo en polvo (si decides usarlo). Remueve estos ingredientes secos con unas varillas o un tenedor para distribuirlos de manera uniforme.
Luego, incorpora poco a poco esta mezcla seca al bol de los ingredientes líquidos. Remueve suavemente con una espátula o cuchara de madera, solo hasta que la harina se humedezca y obtengas una masa lisa. Es crucial no sobrebatir en este punto.
4. AÑADE EL QUESO RALLADO
Agrega la taza de queso rallado de tu elección a la masa. Revuelve con cuidado, utilizando movimientos envolventes, solo lo necesario para que el queso se reparta de manera uniforme por toda la preparación. Recuerda, no sobre mezcles la masa para asegurar unos muffins esponjosos.
5. LLENA LOS MOLDES PARA MUFFINS
Con una cuchara o una pala para helado, vierte la masa en los huecos del molde para muffins previamente engrasado. Llena cada espacio hasta aproximadamente ¾ de su capacidad total. Esto dejará suficiente espacio para que los muffins crezcan y suban en el horno sin desbordarse.
6. HORNEA LOS MUFFINS
Lleva el molde con la masa al horno precalentado. Hornea durante 20 a 25 minutos. El tiempo exacto puede variar según tu horno, pero los muffins estarán listos cuando estén bien doraditos en la superficie y, al insertar un palillo de madera en el centro de uno de ellos, este salga limpio.
7. ENFRÍA LIGERAMENTE Y SIRVE
Una vez que los muffins estén horneados y listos, retira el molde del horno con cuidado. Deja que los muffins reposen en el molde durante unos 5 minutos antes de intentar desmoldarlos. Pasado este tiempo, desmóldalos con cuidado y colócalos sobre una rejilla para que se enfríen un poco más.
Lo ideal es servirlos aún tibios para disfrutar al máximo de su aroma y textura irresistible.
Sugerencias para Servir y Acompañar
Estos muffins de queso son deliciosos por sí solos, especialmente cuando están recién horneados y aún tibios. Puedes servirlos con un poco de mantequilla que se derrita sobre ellos para un extra de sabor. Son un excelente acompañamiento para una sopa caliente, una ensalada fresca o incluso como parte de una tabla de quesos y embutidos.
Para un desayuno o brunch, son perfectos junto a huevos revueltos o una tortilla. También son una merienda estupenda para llevar, ya que son sabrosos tanto calientes como a temperatura ambiente.
Variaciones del Muffins de Queso Súper Esponjosos
No dudes en personalizar estos muffins a tu gusto. Prueba añadiendo hierbas frescas picadas a la masa, como cebollino, perejil o eneldo, para un toque de frescura. Unos trocitos pequeños de bacon crujiente, jamón cocido en cubitos o incluso unos jalapeños finamente picados (si te gusta el picante) pueden convertirlos en un bocado aún más completo.
Experimenta con diferentes tipos de queso: un poco de queso parmesano rallado en la masa aportará un sabor más intenso, mientras que un queso Gruyère o Emmental les dará un toque más sofisticado. También puedes espolvorear un poco de queso extra por encima antes de hornear para una cobertura más crujiente.
Beneficios para la Salud del Muffins de Queso Súper Esponjosos
Estos muffins, aunque son un capricho delicioso, pueden aportar algunos nutrientes interesantes. El queso es una buena fuente de calcio y proteínas, importantes para la salud ósea y muscular. La leche utilizada en la receta también contribuye al aporte de calcio. Los huevos, por su parte, son una excelente fuente de proteínas de alta calidad.
Al ser una preparación casera, tienes control sobre los ingredientes y evitas conservantes o aditivos innecesarios. Disfrutados con moderación, estos muffins de queso pueden ser una opción sabrosa y más nutritiva que otros snacks procesados, especialmente si se acompañan de alimentos saludables.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
¿Qué tipo de queso es el mejor para estos muffins?
La receta sugiere cheddar, mozzarella o una mezcla de ambos, ya que derriten bien y tienen buen sabor. Sin embargo, puedes usar otros quesos semiduros que te gusten, como Gouda, Monterey Jack o incluso un toque de queso azul desmenuzado para un sabor más intenso.
¿Puedo usar leche vegetal en lugar de leche entera?
Sí, probablemente puedas usar una leche vegetal sin endulzar, como leche de almendras o soja, aunque la textura y el sabor podrían variar ligeramente. La leche entera aporta más riqueza.
Mis muffins no quedaron tan esponjosos, ¿qué pudo haber pasado?
La causa más común de muffins densos es sobrebatir la masa después de añadir la harina. Mezcla solo hasta que los ingredientes secos se humedezcan. También, asegúrate de que tu polvo para hornear esté fresco y activo.
¿Se pueden congelar estos muffins de queso?
Sí, como menciona la conclusión de la receta original, puedes congelarlos. Una vez que estén completamente fríos, envuélvelos individualmente en film transparente y luego colócalos en una bolsa de congelación. Se conservarán bien hasta por 2-3 meses. Para consumirlos, descongélalos a temperatura ambiente o caliéntalos suavemente en el horno o microondas.
¿Es necesario usar maicena en la receta?
La maicena (fécula de maíz) ayuda a obtener una miga más tierna y suave en los productos horneados. Si no tienes, puedes omitirla y usar solo harina, aunque la textura podría ser ligeramente diferente.
Conclusión
Estos muffins de queso son una verdadera maravilla casera: sencillos de preparar, increíblemente sabrosos y muy versátiles. Son perfectos para toda ocasión, desde un desayuno rápido y nutritivo hasta un acompañamiento elegante para tus comidas principales. Además, la posibilidad de congelarlos y recalentarlos cuando te apetezca algo rico sin complicaciones los hace aún más prácticos.
Anímate a preparar una tanda y deja que el irresistible aroma del queso derretido y la textura esponjosa de estos muffins te conquisten por completo. Te aseguro que, una vez que los pruebes, no podrás comer solo uno. ¡Son una delicia garantizada!