- 2 tazas de avena arrollada (no instantánea)
- 2 manzanas (se recomiendan variedades como Granny Smith o Honeycrisp)
- 1 taza de leche (puede ser láctea o vegetal como la de almendras o avena)
- 1/4 taza de jarabe de arce o miel (opcional, ajustar al gusto)
- 1/4 taza de azúcar moreno (opcional, para mayor dulzura)
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 1/4 cucharadita de nuez moscada molida (opcional)
- 1/4 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 2 huevos grandes
- 1/2 taza de nueces picadas (opcional)
- 1/4 taza de pasas o arándanos secos (opcional)
Opcional para servir:
- Fruta fresca (como rodajas de plátano o bayas)
- Una cucharada de yogur griego o un chorrito de mantequilla de almendras
- Una pizca de granola para un toque crujiente
Instrucciones Paso a Paso
Para empezar, precalienta el horno a 175 °C (350 °F). Engrasa ligeramente un molde para hornear cuadrado de aproximadamente 20×20 cm (8×8 pulgadas) o un recipiente de tamaño similar. Mientras el horno se calienta, prepara las manzanas: pélalas, quítales el corazón y córtalas en cubos pequeños.
En un tazón grande, mezcla todos los ingredientes secos. Combina la avena arrollada, la canela, la nuez moscada, la sal y el azúcar moreno, si decides usarlo. En otro recipiente aparte, bate los ingredientes húmedos: la leche, los huevos, el jarabe de arce (o miel) y el extracto de vainilla.
Vierte la mezcla de ingredientes húmedos sobre la mezcla de ingredientes secos. Remueve con una espátula o cuchara hasta que todo esté bien combinado, pero sin mezclar en exceso. A continuación, incorpora suavemente las manzanas en cubitos, las nueces picadas y las pasas o arándanos secos, si los vas a utilizar.
Transfiere la mezcla final al molde para hornear que habías preparado y extiéndela de manera uniforme. Hornea durante 35-45 minutos. Sabrás que está listo cuando la avena esté cuajada y la parte superior tenga un bonito color dorado.
Para comprobar si está bien cocido, puedes insertar un palillo en el centro; si sale limpio, está listo. Deja que el pastel de avena se enfríe durante unos minutos antes de cortarlo y servirlo.
Sugerencias para Servir y Acompañar
Este pastel de avena y manzana es delicioso por sí solo, pero puedes elevarlo con algunos acompañamientos. Sírvelo caliente, recién salido del horno, para disfrutar de una experiencia reconfortante. Puedes añadirle un chorrito de leche fría o una cucharada de yogur griego para un contraste de temperaturas y cremosidad.
Para un toque extra de sabor y textura, acompáñalo con fruta fresca, como rodajas de plátano o una mezcla de bayas. Un poco de mantequilla de almendras por encima le dará un impulso de proteínas y grasas saludables. Si te gusta lo crujiente, espolvorea un poco de granola justo antes de servir.
Consejo para Preparar con Antelación
Este plato es perfecto para preparar con antelación y ahorrar tiempo por las mañanas. Simplemente prepara la mezcla completa la noche anterior siguiendo todos los pasos, viértela en el molde, cúbrela con film transparente y refrigérala durante toda la noche. Por la mañana, solo tendrás que meterla directamente en el horno precalentado para disfrutar de un desayuno caliente y listo para comer.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
P: ¿Puedo usar avena de cocción rápida o instantánea?
R: No es recomendable. La avena arrollada tradicional mantiene mejor su textura durante el horneado. La avena instantánea tiende a quedar demasiado blanda y pastosa.
P: ¿Cómo guardo las sobras?
R: Una vez que se haya enfriado por completo, guarda las sobras en un recipiente hermético en el refrigerador. Se conservará bien durante 3-4 días. Puedes recalentarlo en el microondas o en el horno.
P: ¿Este pastel de avena se puede congelar?
R: Sí, se congela muy bien. Puedes congelarlo entero o en porciones individuales. Envuelve bien las porciones en film transparente y luego en papel de aluminio antes de meterlas en el congelador, donde se conservarán hasta por 3 meses.
Conclusión
Disfruta de tu cálido y reconfortante horneado de avena y manzana. Es un plato perfecto para los días de otoño o para cualquier momento en que desees una comida nutritiva y abundante. Su facilidad de preparación y su sabor delicioso lo convertirán en un desayuno o merienda recurrente en tu hogar.
Anímate a probar esta receta y a personalizarla con tus ingredientes favoritos. Es una forma maravillosa de empezar el día con energía y una sonrisa. ¡Buen provecho!
