(Para un molde redondo de 22 cm de diámetro, rinde 10-12 porciones)
- 1 kg de queso crema (tipo Philadelphia es el más común), a temperatura ambiente
- 6 huevos grandes (L), a temperatura ambiente
- 500 ml de nata para montar (crema de leche o crema para batir) con alto contenido de grasa (mínimo 35%)
- 300 g de azúcar granulada
- 50 g de harina de trigo común todo uso (aproximadamente 1/3 de taza o unas 3-4 cucharadas colmadas)
- Un poco de mantequilla para engrasar ligeramente el molde (opcional, si se usa papel)
Instrucciones Paso a Paso
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PREPARAR EL MOLDE Y EL HORNO: Precalienta el horno a 210°C (410°F) con calor arriba y abajo (sin ventilador si es posible, o ventilador a baja potencia). Toma un molde redondo desmontable de unos 22-24 cm de diámetro. Corta dos hojas grandes de papel de hornear (papel vegetal). Humedécelas ligeramente bajo el grifo, escúrrelas y arrúgalas bien con las manos; esto las hace más manejables. Forra el molde con las dos capas de papel arrugado, asegurándote de que sobresalga por encima de los bordes del molde unos 5-6 cm, ya que la tarta subirá bastante durante el horneado. Puedes engrasar ligeramente el molde antes de poner el papel para que se adhiera mejor, si lo deseas.
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MEZCLAR QUESO Y AZÚCAR: En un bol muy grande, coloca el queso crema (que debe estar a temperatura ambiente para facilitar la mezcla y evitar grumos). Añade el azúcar granulada. Bate con una batidora eléctrica de varillas a velocidad media-baja o con unas varillas manuales robustas, solo hasta que el queso y el azúcar estén bien combinados y la mezcla sea suave y homogénea. No batas en exceso para no incorporar demasiado aire.
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INCORPORAR LOS HUEVOS: Añade los huevos, que también deben estar a temperatura ambiente, uno por uno. Bate ligeramente después de cada adición, solo hasta que el huevo se integre por completo en la mezcla antes de añadir el siguiente. Es importante no sobrebatir.
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AÑADIR LA NATA: Vierte la nata para montar (crema de leche) en la mezcla. Con una espátula de silicona o con las varillas a velocidad muy baja, mezcla suavemente hasta que la nata esté completamente integrada. La mezcla debe ser líquida y homogénea.
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INCORPORAR LA HARINA: Tamiza la harina de trigo sobre la mezcla líquida. Con la espátula o las varillas, intégrala con movimientos suaves y envolventes, solo hasta que no queden grumos de harina visibles. De nuevo, evita mezclar en exceso.
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VERTER Y HORNEAR: Vierte la mezcla final en el molde forrado con el papel de hornear. Golpea suavemente el molde sobre la encimera un par de veces para liberar posibles burbujas de aire grandes. Introduce el molde en el horno precalentado, colocándolo en una rejilla a media altura.
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Hornea durante aproximadamente 50-55 minutos. El tiempo exacto puede variar según el horno. La superficie de la tarta debe adquirir un color dorado oscuro, incluso con algunas zonas casi negras (quemadas), y los bordes deben estar firmes. Sin embargo, el centro de la tarta debe seguir estando notablemente tembloroso o bamboleante al mover ligeramente el molde; esto es crucial para su textura final.
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ENFRIAR Y REFRIGERAR: Una vez transcurrido el tiempo de horneado y con la apariencia deseada, saca la tarta del horno con cuidado. Deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente dentro del molde y sobre una rejilla (esto puede tardar varias horas). Durante el enfriamiento, la tarta se desinflará considerablemente, lo cual es normal.
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Cuando esté completamente fría a temperatura ambiente, cúbrela suavemente con film transparente (sin que toque mucho la superficie si está pegajosa) y refrigérala durante al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarla reposar toda la noche en el refrigerador. Este reposo en frío es fundamental para que la textura se asiente y los sabores se desarrollen.
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SERVIR: Al momento de servir, retira la tarta del refrigerador unos 30-60 minutos antes para que no esté excesivamente fría y se aprecie mejor su cremosidad. Desmóldala con cuidado tirando del papel de hornear. Puedes presentarla con el papel o retirarlo parcialmente. Opcionalmente, puedes decorarla con un ligero espolvoreo de azúcar glas o acompañarla con frutos rojos frescos, una compota de frutas o simplemente disfrutarla tal cual.
Sugerencias para Servir y Acompañar
La Tarta de Queso de La Viña es exquisita por sí sola, permitiendo que su sabor único sea el protagonista. Tradicionalmente se sirve tal cual, sin más aderezos. Sin embargo, si deseas acompañarla, unos frutos rojos frescos (como frambuesas, arándanos o fresas) aportan un contrapunto ácido que complementa muy bien su riqueza.
También es deliciosa con una copa de vino dulce, como un Pedro Ximénez o un Oporto. Para una experiencia más sencilla, una buena taza de café solo o un té negro son excelentes compañeros. Sírvela fría o ligeramente atemperada para apreciar su textura cremosa al máximo.
Variaciones de Tarta de Queso de La Viña
La belleza de la Tarta de Queso de La Viña reside en su pureza y simplicidad, por lo que las variaciones suelen ser sutiles si se quiere mantener su esencia. La sugerencia del blog de reducir el azúcar o usar edulcorantes naturales es una opción si buscas una versión menos dulce, aunque esto podría afectar ligeramente la caramelización y textura.
Algunas personas añaden una cucharadita de extracto de vainilla o la ralladura fina de medio limón a la mezcla para un toque aromático adicional, aunque la receta original de La Viña no los incluye. Realmente, las “variaciones” más comunes vienen en forma de acompañamientos, como diferentes salsas de frutas (coulis de mango, maracuyá) o un hilo de caramelo salado.
Beneficios para la Salud de Tarta de Queso de La Viña/Ingrediente Principal
Es importante considerar la Tarta de Queso de La Viña como un postre indulgente, destinado a ser disfrutado en ocasiones especiales o como un capricho. Sus ingredientes principales, como el queso crema, los huevos y la nata, la hacen rica en calorías, grasas (especialmente saturadas) y proteínas. El queso crema y la nata aportan calcio, mientras que los huevos son una buena fuente de proteínas de alta calidad y otros nutrientes.
El principal “beneficio” de esta tarta es el placer sensorial y la satisfacción que proporciona. Dada su riqueza, se recomienda consumirla con moderación dentro de una dieta equilibrada y un estilo de vida activo. Prepararla en casa te permite controlar la calidad de los ingredientes.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
1. ¿Por qué mi tarta de queso se agrieta mucho en la superficie?
Para la Tarta de Queso de La Viña, las grietas son parte de su encanto rústico y no se consideran un defecto como en otras tartas de queso. La alta temperatura de horneado y el rápido enfriamiento contribuyen a esta apariencia. No te preocupes por ellas.
2. ¿Es realmente necesario que el centro esté tembloroso al sacarla del horno?
Sí, es fundamental. Ese centro tembloroso indica que la tarta no está sobrecocida y que, una vez fría y reposada, tendrá la textura cremosa y casi fundente que la caracteriza. Si se hornea hasta que el centro esté firme, la textura final será más densa y menos cremosa.
3. ¿Puedo usar queso crema light o bajo en grasa?
No es recomendable para esta receta. El alto contenido de grasa del queso crema y de la nata es crucial para lograr la textura y el sabor correctos de la Tarta de Queso de La Viña. Usar versiones light alteraría significativamente el resultado.
4. ¿Por qué se usa papel de hornear arrugado y que sobresalga del molde?
El papel arrugado y humedecido se adapta mejor a las paredes del molde y crea los característicos pliegues rústicos en los bordes de la tarta. Se deja que sobresalga porque la tarta sube mucho durante el horneado (como un suflé) antes de bajar al enfriarse, y el papel contiene la mezcla.
5. ¿Cómo consigo ese color oscuro tan característico en la parte superior sin que se queme por dentro?
El color oscuro se logra gracias a la alta temperatura del horno (210°C / 410°F) y al tiempo de horneado. La combinación de esta alta temperatura con la cantidad de azúcar en la receta promueve la caramelización y la reacción de Maillard en la superficie. El interior se cocina más lentamente y se mantiene cremoso.
Conclusión
Con esta receta, podrás disfrutar en la calidez de tu hogar de la auténtica y aclamada Tarta de Queso de La Viña, un postre que encapsula tradición, sencillez y un sabor inolvidable en cada bocado. Su elaboración es más fácil de lo que parece, y el resultado es una tarta espectacular que no dejará a nadie indiferente. Es la prueba de que, a veces, los ingredientes más simples pueden crear las experiencias culinarias más extraordinarias.
¡Anímate a prepararla y sorprende a todos tus familiares y amigos con esta delicia donostiarra! Verás cómo se convierte en una de tus recetas de tarta de queso preferidas.